Si sufres dolores mandibulares, de espalda, de cabeza o incluso de oído y no sabes bien por qué, puede que tengas bruxismo. Por suerte, la medicina estética puede ayudarte a solucionarlo de forma definitiva.
Duración
4-6 meses
Resultados
Inmediatos
Tiempo
30 min
Anestesia
No es nesesaria
¿Qué es el bruxismo?
Se trata de una patología que afecta a un 15% de la población mundial y consiste en apretar de forma inconsciente la mandíbula o incluso rechinar los dientes, normalmente mientras dormimos.
Su NO tratamiento puede ocasionar problemas como dolor muscular, cefalea y un gran desgaste en la dentadura, por lo que su solución es crucial para evitar otros problemas de salud derivados de estos.
Tratamiento
¿Cómo se trata?
La toxina butolínica nos permite tratar esta patología relajando los músculos maxilofaciales mediante su inyección.
De este modo, no sólo se solucionan los daños bucodentales, sino también el excesivo tamaño que tienen los músculos del rostro, por lo que se consigue, en algunos casos, suavizar las facciones.
Es un tratamiento muy es eficaz y arroja resultados en poco tiempo, algo que en otros procedimientos tarda más en aparecer.
La toxina butolínica funciona como relajante muscular y permite calmar los síntomas que generan dolor o molestia.
No afecta a la acción de masticar
La inyección se coloca con precisión en la parte con mayor dolor del músculo y no afecta a la hora mover la mandíbula al comer.
Rebaja la tensión cervical y de espalda
Descarga de la tensión en cervicales, cuello y espalda evitando que está provoque un reflejo en la mandíbula y se generen episodios de bruxismo.
INDICACIONES
La toxina butolínica actúa directamente sobre el origen del bruxismo, ya que produce un bloqueo de los terminales de la acetilcolina, el neurotransmisor que provoca esa contracción muscular. Es decir, aunque el cerebro envíe la orden de tensarse a los músculos mandibulares, estos no reaccionan porque no la reciben.
De ahí que la eficacia del botox como tratamiento para el bruxismo sea indiscutible. De hecho, presenta porcentajes de efectividad prácticamente del 100% entre las personas tratadas. Además, tiene la ventaja añadida de la inmediatez, porque los resultados empiezan a notarse ya en los primeros días.
CONTRAINDICACIONES
Puede haber náuseas, dolor de cabeza y lagrimeo por parálisis de los párpados. En menor medida, hay dermatitis e inflamaciones alrededor del sitio de la inyección.
EFECTOS SECUNDARIOS
El tratamiento del bruxismo con toxina butolínica es seguro y no implica ningún efecto secundario. Una de las razones que explican su eficacia es que aborda el problema justo en el punto en el que se origina, los músculos maseteros. Además, la cantidad de toxina botulínica que se inyecta está absolutamente medida, de forma que no se puede ver afectada ninguna otra zona del rostro. Hay que descartar, por tanto, la idea de que el botox produce la paralización facial, total o parcial.
